Redacción. Madrid
Casi un millón de personas mayores de 65 años ha sufrido un accidente fuera de casa en el último año, lo que supone una tasa de accidentalidad del 12,8 por ciento de esta población. Caídas en aceras y escaleras, accidentes de tráfico y atropellos son los más frecuentes, especialmente si los mayores tienen entre 71 y 75 años, son mujeres y viven solos.
Carlos Álvarez, de la Fundación Mapfre.
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Ésta es una de las conclusiones del “Estudio de la Accidentalidad de las personas mayores fuera del hogar”, que ha presentado este martes el Instituto de Prevención, Salud y Medio Ambiente de la Fundación Mapfre dentro de la campaña ‘Con Mayor Cuidado’. El objetivo de este informe de investigación sociológica es valorar la magnitud y las características de los accidentes que sufren las personas mayores fuera del hogar, averiguar las causas que los propician, analizar sus consecuencias, e impulsar las medidas necesarias para su prevención y progresiva disminución.
Del estudio se deduce que el perfil de los accidentes de las personas mayores fuera del hogar responde principalmente a caídas (81 por ciento), en las aceras de las calles debido a tropezones con el bordillo o resbalones en el suelo mojado. En el 62 por ciento de los accidentes (1.500.000 en los últimos 12 meses), la persona mayor iba sola. También hay una elevada correlación entre el riesgo de tener un accidente y sufrir una enfermedad o dolencia y los medicamentos que se consumen. De hecho, el informe destaca que las mujeres sufren el doble de accidentes que los hombres, no solo porque alcanzan mayor edad, sino porque son más proclives a sufrir enfermedades como la artrosis y la osteoporosis. Los accidentes que se producen fuera del hogar tienen importantes consecuencias en las personas mayores. En el 25 por ciento de los casos, los accidentados necesitan un tratamiento de rehabilitación, con una duración media de 37 días; el 21 por ciento ingresa en urgencias; el 12 por ciento tiene que ser atendido en un ambulatorio o centro de salud; y el 7 por ciento requiere una intervención quirúrgica.
Según el informe, el 73 por ciento de las personas mayores padece alguna enfermedad y el 70 por ciento está en tratamiento medico, con un consumo medio de cinco pastillas diarias. Entre las dolencias más frecuentes que sufre este colectivo destacan la hipertensión arterial (26,8 por ciento); la artritis y artrosis (21,5 por ciento), el colesterol alto (14,4 por ciento) y las enfermedades cardiovasculares (14,2 por ciento).
A pesar de estos datos, el informe revela una actitud muy positiva y optimista en los mayores de 65 años en lo que se refiere a su salud y grado de movilidad. Prueba de ello es que casi la mitad de los encuestados (49 por ciento), especialmente los hombres y las personas entre 65 y 70 años, percibe su estado de salud como “bueno” o “muy bueno”; el 66,5 por ciento declara que puede moverse y desplazarse “muy bien” o “lo suficiente” para realizar las actividades de la vida diaria; y el 78 por ciento declara no necesitar ayuda por parte de nadie para realizar las actividades dentro del hogar.
Por otro lado, el informe destaca que las personas mayores tienen buenos hábitos de vida, probablemente derivados de su alto grado de control y seguimiento médico. El 92 por ciento no fuma (especialmente las mujeres y los de edad mayor edad); en general declaran llevar una dieta alimentaría equilibrada y saludable; el 82 por ciento sale de manera habitual a caminar o a pasear por la calle e incluso el 14 por ciento practica algún deporte. Las personas mayores también son socialmente activas y su actitud ante la seguridad y los accidentes es optimista pero muy centrada en la precaución. La mayoría sale a hacer la compra diaria, visita a familiares y amigos, y sobre todo, se resiste a encerrarse en casa y a depender de los demás. El 85 por ciento de los encuestados cree que “con cuidado” se puede realizar cualquier actividad y que a pesar de los peligros “hay que salir”, (88 por ciento).
Por último, el documento pone de manifiesto que en la mayoría de los casos, este tipo de accidentes, que representan el 40 por ciento de todos los que sufren las personas mayores, se pueden prevenir. Para ello, Fundación Mapfre recomienda a los mayores que salgan a la calle sin prisas y sin mucha carga, que utilicen los pasos de peatones, que usen calzado cómodo, y que salgan acompañados en la medida de lo posible. También aconseja que elijan el recorrido más seguro posible, teniendo en cuenta la iluminación, la ausencia de obras, la anchura de las aceras y el tráfico, y que lleven un teléfono móvil y una tarjeta identificativa.
En la presentación del estudio han participado Carlos Álvarez, presidente del Instituto de Prevención, Salud y Medio Ambiente de Fundación Mapfre; Alfredo del Campo, coordinador del informe; José Manuel Ribera, catedrático emérito de Geriatría de la Facultad de Medicina de la UCM; y Javier Olave, director de Diario Médico.
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